jueves, 19 de junio de 2014

mitos y leyendas de tijuana

Los mitos y leyendas son una manera en la que las personas explicaban los sucesos sobrenaturales o inexplicables para ellos en aquellos momentos. Algunos reales algunos ficticios
En esta revista, nosotros nos dedicaremos a que leas algo de total agrado para publico en general, con datos importantes, yo decidí este tema porque se me hace interesante saber las cosas que pasaron aquí en nuestra ciudad, saber que hay leyendas, mitos es algo de nuestra cultura que siempre serán importantes, por las historias que contaban nuestros padres, abuelos etc. Aquí en Tijuana hay bastantes leyendas las cuales yo les contare, algunas son muy escuchadas, otras casi no o se olvidan.
Algunas de los mitos y leyendas de nuestra ciudad son:
v  Juan soldado
v  La bailarina del agua caliente
v  La mujer de la puerta blanca
v  El blvd del terror
v  La mujer que bailo con el diablo
v  La raitera
v  La mahuana
v  El tesoro de la presa


Ahora yo les hablare de las principales:

La bailarina del agua caliente

La historia que les voy a contar, se remonta a la epoca de oro de Mexico, por los años 50´s y mas especificamente de Tijuana.

El casino agua caliente y los bungalós fueron durante mucho tiempo unos de los pasatiempos y paradas turísticas de famosos y personas muy importantes por aquellos días en el casino se presentaba un espectáculo que estelarizaba la Faraona, una bailarina de una belleza impresionante; durante el tiempo que la estuvo en el casino conoció a un caballero ingles que solo estaba interesado en su belleza ya que según el le traía mucha suerte en el casino. La Faraona estando conciente de la cantidad de dinero que le hacia ganar seguía con el ya que le prometió un titulo de nobleza al regresar a Londres, cada día la Faraona se hacía más bella y el caballero ingles más rico; hasta que una noche el caballero junto todo su tesoro y lo guardo en un armario para después recostarse a dormir, momentos después la Faraona entro al camarote donde estaba el tesoro, tomo la llave del armario y se llevo el tesoro a un lugar secreto donde lo enterró, la noche era lluviosa pero eso no le importo, unas horas después regreso la Faraona con el caballero y lo despertó, cuando este se percato de que el tesoro ya no estaba se abalanzo sobre la faraona y la intento ahorcar con sus manos, esta se defendió hasta que se logro soltar, discutieron un buen rato hasta que se calmaron, entonces la Faraona al darse cuenta de que el caballero ingles solo le interesaba el dinero, tomo dos copas y las lleno con vino y sin que se diera cuenta su compañero saco de entre sus ropas un frasco de veneno y lo vacio en las dos copas, el efecto fue inmediato, el caballero y la faraona cayeron muertos al suelo.

Se dice que las noches lluviosas se puede ver a esa bella bailarina caminar por lo que ahora es el CENTRO ESCOLAR AGUACALIENTE.

JUAN SOLDADO:
Juan Soldado, la primera leyenda urbana de Tijuana

En la tarde-noche del 13 de Febrero de 1938, desapareció de frente de su casa la menor de ocho años Olga Camacho Martínez, en ese tiempo la ciudad de Tijuana contaba con no más de 19,000 habitantes, razón por lo cual todos los vecinos se conocían. Al día siguiente de la desaparición de la niña, la pequeña ciudad era un caos, todos los vecinos estaban buscando la niña y hacia las diez de la mañana del día siguiente unos niños encontraron el cuerpecito degollado y ultrajado de la menor.
Entre los sospechosos estaba el soldado Juan Castillo Morales, conocido posteriormente como Juan Soldado, un soldado raso quien al ser encarado se desplomó, lloró y pidió perdón, confesó que había cometido el crimen bajo la influencia del alcohol y la marihuana. La mujer de Juan Castillo Morales relató al investigador que una semana antes había sorprendido a su amasio Castillo Morales en el intento de violar a una sobrina suya.
La noche en que desapareció la niña Olga Camacho, Juan Castillo Morales (alias) Juan Soldado apareció en la casa de su amasia manchado de sangre, se quitó la ropa y le pidió que la lavara. Al revisar la ropa la policía encontró fibras de tela que correspondían con las encontradas en las uñitas de la niña asesinada.
(...) el reo fue trasladado la mañana del 17 de Febrero de 1938 al panteón municipal conocido como Puerta Blanca (panteón municipal No. 1) y le aplicaron la Ley fuga (una arbitrariedad que consistía en darle la oportunidad al preso de correr en búsqueda de su salvación antes de ser abatido). Eso ocurrió a la vista de los vecinos de la ciudad que se congregaron en las partes altas del panteón para atestiguar la muerte de Juan Soldado.
Es necesario resaltar que la imagen que se venera en el panteón municipal no.1 no corresponde con la fotografía que se conoce de él, en la imagen venerada aparece un militar a un lado de una mesa que sostiene un cristo crucificado, el mensaje subliminal es "lo mataron por ser creyente", nada más lejos de la realidad.
Se ignora a qué persona pertenece la imagen que se venera, lo que está fuera de duda es quien se muestra en la imagen venerada no es el soldado Juan Castillo Morales.

El tesoro de la presa:
Se dice que en la presa de Tijuana, Baja California existe un tesoro, al cual solo las personas de buen corazón, sin avaricia, y con necesidad podrán verlo con sus propios ojos.

Una noche un pescador se encontraba en dicha presa, pescando peces tranquilamente, cuando se le aparese un anciano y le dice: “Aquí se encuentra enterrado un tesoro” ¿Quieres verlo? Sígueme. A lo que el pescador lo sigue llegan a un lugar alejado de la vista de la gente que pasaba por el lugar, le enseña donde escavar después de tiempo el pescador encuentra el tesoro pero al no poder con el pide ayuda a otras personas, cuando regresa al lugar dicho tesoro había desaparecido, a lo que las demás personas lo tacharon de loco.
El pescador regresa días después a encontrar al anciano para preguntarle por el tesoro, al encontrarse con el anciano le dice que solo podrán ver el tesoro las personas puras de corazón el señor se vuelve loco y al querer golpear al anciano cae a la presa, el cuerpo no se encontró nunca, y se dice que todo aquel que desee encontrar el tesoro y no sea puro de corazón morirá al intentar encontrarlo.



La mujer que bailo con el diablo:
La avenida Revolución tenía un toque tétrico y el olor a azufre que despedía el interior del Bar Aloha testificaba que algo no andaba bien.
Era un jueves, algunas personas señalan que era uno de esos días santos en los que hay poca clientela y pocos turistas deambulando por las calles.
Los socorristas de la Cruz Roja recibieron el reporte de una fuerte descarga eléctrica que se había suscitado en el interior del establecimiento y que había heridos.
Nunca pensaron que ese servicio se les quedaría grabado para siempre. Uno de ellos mencionó que a la hora en que recibieron el reporte el cielo estaba más oscuro que de costumbre, otro prefiere no acordarse porque la imagen le recorre la piel y le ocasiona escalofrío.
No les fue muy fácil precisar lo que pasó, sólo coincidieron en que al llegar al bar el ambiente era diferente.
Se percibía un olor muy peculiar y la impresión se dibujaba con una claridad espeluznante en el rostro de los testigos que se resistían a creer lo que había sucedido.
En el interior de la pista de baile estaba el cuerpo de una mujer en medio de un círculo de cenizas completamente calcinado.
Los testigos dijeron que estaba bailando con un joven que cuando ocurrió todo prefirió correr hacia los baños.
Policías y socorristas de inmediato se trasladaron a verificar este testimonio, pero en el interior de los sanitarios no había nadie y se veían pocas probabilidades de escapar, de hecho difícilmente alguien podría haberlo conseguido.
Al ver el cadáver, los paramédicos no podían asegurar que se trataba de una descarga eléctrica, el grado de calcinación era increíble.
Hace poco más de 20 años que esta historia circula por las calles de Tijuana y todos la conocen como la mujer que bailó con el Diablo esa noche.
Una de las versiones señala que la víctima era una jovencita, hija de familia que vivía bajo el yugo de su madre y no salía mucho a la calle.
Esa tarde de jueves, la mujer se decidió a salir a la calle a un bar para bailar con algún muchacho porque estaba harta de su situación familiar.
“Hoy voy a bailar aunque sea con el Diablo”, fueron las palabras que le dijo a una amiga cuando se escapó de su casa. Entonces decidió entrar en el Aloha.
No había mucha gente, unos cuantos parroquianos solamente.
Un hombre de vestir elegante se percató de la presencia de la mujer que esperaba con ansias poder divertirse y se le acercó.
Quienes lo vieron coinciden en que el muchacho no estaba de mal ver y traía un traje bastante fino.
La mujer no pudo resistirse y accedió a la invitación, los minutos siguientes y los últimos de su vida, quizás también fueron los más extraños.
Las mentes más despiertas y creativas alegan que la pareja estaba literalmente flotando sobre la pista y que al hombre se le veía una pata de cabra y la otra de gallo.
Entonces se dio lo impensable, la famosa descarga eléctrica que salió justo del centro de la pista donde bailaba la pareja.
El cuerpo de la mujer desfalleció enseguida, el hombre misterioso corrió a toda prisa hacia los baños, donde finalmente desapareció.
El final no fue difícil adivinarlo, todos terminaron señalando al Diablo como el sospechoso sujeto que se esfumó en los baños.
Y es que esa noche aprovechando la situación salió para hacerle la última jugarreta de su vida a una mujer que falleció en sus brazos


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